¡Una llamada puede cambiarte la vida! Aún recuerdo el día en el que hace dos años una llamada cambió nuestras vidas, a mi marido le ofrecieron un trabajo en Frankfurt y desde entonces todo cambió. La oportunidad era excelente y también el momento, dada la situación económica en la que estaba España con pocas perspectivas de recuperación. Así que no tuvimos mucho que pensar y comenzamos a preparar nuestra aventura en Alemania, como una de esas parejas que tantas veces vimos en el programa “Españoles por el Mundo” Es cierto que todo puede parecer emocionante pero siempre echas de menos cosas al estar fuera. Como española viviendo en Alemania, aquí os dejo algunas de las cosas qué más echo de menos. El tiempo. Aquí en un día puedes tener todas las estaciones, frio por la mañana calor al mediodía y una tormenta por la tarde. Ya me he acostumbrado a llevar siempre el paraguas en el bolso. Lo que sin duda echo más de menos es la luz del cielo de España en un día soleado. La comida, es difícil nombrar solo un par de cosas, pero siempre echas de menos el jamón, el chorizo, queso manchego o las pipas. Pero cada vez que como alguno de estos productos, me siento un poquito más cerca de casa. Los aperitivos. Aunque vivo en el país de la cerveza, me sigue pareciendo extraño que me pongan una pinta de cerveza sin unas aceitunas o unas patatas. Sin embargo, si os gusta la cerveza aquí podéis encontrar infinitas variedades que os ayudarán a olvidaros un poquito de los aperitivos y las tapas. La administración. Cuando te mudas a otro país tienes que estar preparado para los cambios y asumir que en cada país las cosas funcionan a su manera y eso incluye todo lo relacionado con la administración. Así que es mejor informarse antes de realizar algún trámite para evitar problemas. Reciclaje. El reciclaje es un tema prioritario en Frankfurt y hay que conocer bien los procesos para no equivocarse. Una vez que sabes dónde colocar cada material te sentirás mejor por colaborar activamente con la conservación del medioambiente. Horarios de comida. Los horarios de trabajo son diferentes a España y por tanto también los de las comida y es algo a lo que me costó adaptarme. También es muy diferente la forma que tenemos los españoles de reunirnos para cenar con amigos o familiar, sin saber a qué hora terminaremos. Son sólo pequeños cambios a los que hay que ir adaptándose. Transporte público. Del ruido del metro de Madrid al silencio del metro de Frankfurt. Las personas que cogen el metro en Frankfurt por las mañanas, van mirando su correo y resolviendo asuntos de trabajo, es raro oír a la gente conversar por las mañanas. Pide cita previa. En España lo normal es aparecer en un sitio sin avisar, aquí es necesario pedir cita previa para poder resolver asuntos importantes como abrir una cuenta en el banco. Productos básicos. Algunos productos de uso común para los españoles son difíciles de encontrar aquí. Por ejemplo recuerdo que fue difícil encontrar una fregona. Tarjetas de crédito. El uso de tarjetas de crédito funciona de manera diferente. Recuerdo la primera vez que fui a pagar con tarjeta en el supermercado y le di también mi DNI para identificarme , aquí no es necesario, con la tarjeta es suficiente. Por supuesto que echo muchas cosas de menos . Pero me siento afortunada de poder vivir en esta bonita ciudad alemana, aprender un nuevo idioma y disfrutar de esta aventura además de poder apreciar las diferencias de cada cultura.