Al considerar una mudanza a otro país es fácil dejarse llevar en un torbellino de entusiasmo y emoción, por lo que es esencial que se tome un tiempo para cubrir los aspectos más prácticos. Una planificación cuidadosa no sólo le ayudara a mantener su curso sino que también le ayudará a sacar el máximo partido de su mudanza. Entender los impuestos Mudarse a un nuevo país, mientras tiene vínculos financieros con otro puede causarle algún dolor de cabeza y a la vez puede ser una situación punitiva si usted termina pagando impuestos dos veces por error. Antes de irse, busque a un asesor fiscal para que su reubicación esté libre de problemas. Cuide de sus activos Aunque se traslade al extranjero, muchas personas deciden mantener su casa para estar más tranquilas y como una inversión rentable a largo plazo. El cambio a una hipoteca compra para alquilar puede ser una buena opción. Además, tómese su tiempo para investigar cómo se verán afectados sus contribuciones a las pensiones, tendrá que establecer si su nuevo país tiene acuerdos con su país de origen. Entender las normas de la aduanas Cada país tiene sus propias normas aduaneras y puede ser difícil de controlar y el más mínimo descuido pueden obstaculizar su mudanza. Por ejemplo, ¿sabía usted que la importación de productos alimenticios- incluso en lata - está prohibida en casi todos los países? Echar un vistazo al "siguiente paso" En la mayoría de las grandes ciudades hay barrios prometedores, que pueden ofrecer precios más bajos en la propiedad. Su proveedor de reubicaciones puede ponerle en contacto con clientes expatriados que pueden darle la información privilegiada. Gestión del dinero Ser flexible con la fecha de su mudanza puede ser financieramente beneficioso. Investigar que períodos son mejores para encontrar una vivienda, por ejemplo, al final del año escolar. También puede ahorrar dinero compartiendo los gastos de un contenedor de transporte.